Desde que vi a Wonder Woman en “Batman v Superman: Dawn of Justice” se encendió en mí la esperanza de que al fin el mundo pueda tener una heroína como corresponde y cuando salió el trailer de su película terminé por convencerme de que al parecer así será. El referente femenino de poder e igualdad que tanto hace falta, porque hay que decirlo: Ni el cine ni la literatura ni la mezcla de ambos han sido capaces de crear un ícono lo suficientemente fuerte como para que vaya cambiando la mentalidad sobre lo que significa ser mujer.
La figura más potente que ha salido en el último tiempo es Katniss Everdeen de “Los Juegos del Hambre”, pero en ningún caso me parece que sea el mejor ejemplo. A mi juicio, Tris Prior de “Divergente” es un mejor personaje femenino, pero ésta última no generó el mismo impacto a nivel mediático.
Si bien Katniss es un personaje notable, eso en ningún caso está en discusión, se construye desde el estereotipo masculino. Es la jovencita que tiene que actuar como hombre para sobrevivir, ya que al morir su padre, asume el rol de proveedor y de jefe de familia porque su madre cae en depresión y es incapaz de cuidarlas a ella y a su hermana Prim. No se permite ser sensible ni emocional – salvo con Prim- porque obviamente eso es signo de debilidad. Una vez que está en los juegos se dedica a salvar una y otra vez a Peeta, que viene a ser la damisela en peligro, pero jamás admite que le gusta y de haberlo hecho nos habría ahorrado el predecible triángulo amoroso con el insípido de Gale.
Con su actitud desafiante se convirtió en el Sinsajo libertador, pero nunca estuvo realmente empoderada de ese rol. Solo era la imagen de la revolución y siempre estuvo más preocupada de Prim y Peeta que de liderar la ofensiva contra el Capitolio. Y como si fuera poco, al final de la saga por matar a Coin la hacen quedar como loca ante todos, se devuelve a su pueblo para vivir tranquila, casarse y formar una familia con Peeta. Era el Sinsajo, la que despertó a las masas, pero no asumió ningún rol relevante en la nueva sociedad que comenzaba a construirse. Una decepción. Sí, todo fue muy traumático y es entendible que no quisiera saber nada más del mundo, pero la Katniss fuerte que se vio en los tres libros fue reducida a su mínima expresión.
En la otra vereda está Tris Prior, quien debe decidir qué es lo que quiere ser y dónde debe estar en un mundo rígido que divide a las personas en facciones de acuerdo a sus características. Ella parte por dejar su vida en Abnegación e irse a Osadía, a pesar de que eso significaba no ver más a su familia. Al principio nadie da un peso por ella, porque es pequeña, delgada y una “estirada” a fin de cuentas, pero de a poco va demostrando que puede suplir la falta de fuerza física con agilidad, inteligencia y estrategia.
En primera instancia no sabe lo que significa ser divergente, pero cuando va entendiendo cuál es su rol y lo que hay detrás de las facciones se convierte en una líder brillante. En ese proceso, Tris cuenta con Tobias alias “Cuatro”, su compañero de vida y de batallas. Se apoyan, pelean a la par y a pesar de las discusiones y problemas, siempre logran encontrar el equilibrio. Es una de las mejores parejas que existe y también una de las más trágicas.
Por su divergencia, Tris tiene marcados tres rasgos de personalidad de distintas facciones: valentía, inteligencia y altruismo, pero su carácter es mucho más complejo y es difícil encasillarla así como así. Y es que a lo largo de la saga, aunque sea en un universo distópico, puedes ver a una adolescente creciendo, con todo lo que eso significa. Cambios, inseguridades, pérdidas, nuevas responsabilidades, etcétera. En un par de meses, un día, una semana o en un año pueden pasar tantas cosas que prácticamente es imposible mantenerte siempre igual y por eso, algo que me gusta de Tris es que para sellar etapas suele realizar algún gesto simbólico. Cuando se cambia de facción, pasa de ser Beatrice a Tris y para llevar a su familia cerca, se tatúa tres pájaros en el pecho. Y cuando sus padres mueren y comienza el declive de las facciones, se corta el cabello, porque simplemente ya no era la misma.
Al final de la saga, Tris ya está tan empoderada que resulta imposible verla con otro final. Sí, no es lo habitual, yo lo leí con dolor de guata por el pobre Tobias, pero era lo que tenía que pasar. Ella muere en la última misión, porque decide tomar el lugar de su estúpido hermano Caleb y porque en el fondo sabe que es la única capaz de llevarla a cabo con éxito. Es como ver a Superman con la lanza de kriptonita en la última pelea con Doomsday... simplemente tenía que hacerlo. El digno sacrificio del que lleva el espíritu de héroe en su interior que es capaz de dejar lo que más quiere por el bien superior y que marca la diferencia entre mortales y superhéroes como dice el compañero Absoluta Basura.
No tiene el nivel de popularidad de Katniss, pero Tris sin lugar a dudas es la verdadera heroína que todo el mundo debería conocer y también reconocer. Ella es una joven como cualquiera pudo serlo en sus años mozos. Es complicada, emocional, malas pulgas cuando la provocan y un dulce de leche con Tobias, llora a mares cuando corresponde y luego sigue adelante. No es una mujer tratando de comportarse como un macho para ser fuerte o ganarse el respeto de los demás, es ella y punto. Y eso lo recalco porque en la búsqueda de la igualdad de género se nos ha hecho creer que para estar a la altura, tenemos que actuar como un hombre porque los rasgos relacionados a lo femenino son negativos y por sobre todo, demuestran debilidad.
Y acá volvemos a Wonder Woman, la luz de esperanza para tener un ícono popular pro igualdad de género que el mundo necesita. La Diana Prince que nos presentan en “Batman v Superman” es experta en antigüedades y trabaja en museos de Europa. Yo me enteré de eso por una entrevista y no me sorprende en realidad, ya que en la película queda claro que dinero no le falta y status de VIP tampoco. Si te codeas en eventos sociales con Bruce Wayne y Lex Luthor, claramente es porque tienes cierto grado de poder y reconocimiento. Seamos sinceros, la única forma de entrar a ese tipo de veladas siendo pobre es en calidad de personal de servicio o de periodista como Clark Kent.
Diana Prince a simple vista se ve como una mujer muy guapa y elegante, tanto así que hasta el señor Wayne se fija en ella. “Chica bonita”, así la define cuando la ve y sí lo es, pero se lleva una gran sorpresa cuando le quita la información que acababa de recopilar en los servidores de Luthor. Una chica bonita, pero muy astuta e inteligente. En el momento en que Bruce enfrenta a Diana por el robo, a ésta no se le mueve ni un pelo de su elegante peinado y de partida le hace notar que su dato sobre la espada ya lo sabía y por ende, no la impresiona. No se queda callada, hace caso omiso al tono mafioso de Wayne y termina el diálogo explicándole como una dama cuáles eran sus intenciones.
Si como Diana el personaje ya demostraba su carácter, como Wonder Woman simplemente arrasó con mis expectativas. No es una nena con un disfraz lindo lanzando un par de patadas y luciendo hermosa todo el rato, para nada. Ella es una guerrera de pies a cabeza que llega a pelear de igual a igual con Superman y Batman y poco le importa que el bicho a vencer sea de Kripton, porque “ella ha matado cosas de otros mundos antes”. Esa batalla final prácticamente es de Wonder Woman y Doomsday, porque a Batman casi no se le ve por no tener poder suficiente y el inestable de Superman que va y viene solo se luce al final. Después de ver eso, yo ya estaba prendiendo mis velitas para que su película en solitario sea tan buena como los pocos minutos que pudimos verla en “Batman v Superman”.
Que Diana Prince/Wonder Woman se vea imponente, tanto en su versión de civil y como de superheroína, no es casual. Quedé tan impresionada con sus vestidos y el traje de batalla que tenía que saber quién era el diseñador. Y ese es el señor Michael Wilkinson, él creó su nueva apariencia y en sus palabras lo fundamental era que como Diana tenía que transmitir seguridad en sí misma, elegancia y una esencia cosmopolita, porque al final y al cabo ella viaja por distintos países del mundo por su trabajo. Como Wonder Woman en tanto, la idea era convertirla en una guerrera y por eso mismo, le quitaron la tiara -por ser muy de princesa- y lo reemplazaron por esa especie de cintillo o tocado, mientras que para el traje optaron por algo que tuviese una apariencia de armadura antigua griega o romana.
No sé si será la impronta de Zack Snyder o de los que están detrás de la franquicia DC cinematográfica, pero Wonder Woman no es el único personaje femenino con carácter, también está Lois Lane. Mientras el resto pelea, ella es el cerebro detrás de todo, la que va uniendo los cabos para descubrir qué diablos está pasando y quién lo está causando. Si algo bueno han hecho con Lois, es no dejarla como idiota por el hecho de no saber la identidad secreta de Superman. En ningún universo es creíble que te describan como una periodista sagaz si eres incapaz de reconocer a un superhéroe solo porque usa lentes de nerd y camisas horrendas.
“No soy una dama, soy una periodista”, es una de la frases épicas que se manda Lois con un entrevistado y casi me hace aplaudirla en medio del cine, porque es el claro ejemplo del trato desigual que reciben las mujeres a diario. Ser feminista no significa que nuestro género sea mejor que el masculino, para nada, solo se trata de equilibrar la balanza y que se trate a ambos por igual. Si en vez de Lois hubiese sido Clark, el fulano no habría hecho notar que era un hombre quien lo iba a entrevistar. Son esas distinciones odiosas las que hay que ir eliminando de una vez por todas.
Cuando Gal Gadot fue presentada como Wonder Woman, lo que más leí fueron críticas por su físico, que no parecía amazona y que estaba demasiado delgada y le faltaban tetas. En resumen, una desilusión por no lucir como la muñeca perfecta de los cómics. No creo haber leído alguna referencia a si tenía o no talento para actuar, porque por lo visto no era importante. Con Ben Affleck como Batman también quedó la escoba, claro que a él sí lo cuestionaron por sus trabajos anteriores, porque aunque tenga dos premios Oscar en su casa, el tipo genera anticuerpos. Si le faltaban músculos, estatura o si no tenía cara de Bruce Wayne a nadie le importó en este caso.
¿Resultado? Los dos hicieron un trabajo espectacular. Gal Gadot demostró que la estructura física es irrelevante para verse como una poderosa amazona y Ben Affleck para mí revivió del suicidio social que fue su participación en “Jenny from the block” hace años atrás.
Como dije, ya es tiempo de terminar con las diferencias entre géneros y de asociar todo lo femenino a ser débil. Es el colmo que Jennifer Aniston tenga que escribir un ensayo para que los medios dejen de especular si tendrá hijos o no algún día. No veo a los tabloides hacer el mismo festín con George Clooney que tampoco tiene críos con su esposa. A una mujer es fácil juzgarla por decidir no querer ser madre, pero si un hombre opta por no dejar descendencia no es importante. Según yo, en ninguno de los dos casos debería ser relevante, al fin y al cabo son decisiones personales, pero lamentablemente en esta sociedad no es así.
Todavía hay que pensar dos veces qué ropa nos vamos a poner al día siguiente, porque si eliges algo muy revelador te van a molestar en la calle. Todavía hay que esforzarse para que te respeten a nivel profesional. Todavía hay que aguantar que llamen maricas a los hombres que lloran. Todavía hay que soportar publicidad sexista de todo tipo.
Desde lo masivo, personajes como Diana Prince/Wonder Woman son importantes para ir normalizando ciertas conductas. A nadie le tiene que sorprender que una mujer pueda ser linda e inteligente o que trabaje en igualdad de condiciones con sus pares masculinos. Cuando Patty Jenkins, la directora de “Wonder Woman”, dice que Diana no deja de ser poderosa por ser amable y buena persona, da en el punto clave de todo esto: Cada quien tiene derecho a ser lo que desee sin ir en desmedro de sus aptitudes.
Podrá parecer una tontera, pero nadie anda leyendo papers para aplicarlos en la realidad. Como dicen Sharon den Adel y Tarja Turunen, no será lo ideal pero es lo que tenemos ahora y de alguna forma hay que saber construir un mundo mejor. Aunque sea con un personaje sacado de la pantalla grande.
Confiamos en ti Wonder Woman.