Ðark Lady

Acerca de tødø y nada a la vez

Song 4: New version of you



¿Te puedes convertir?
¿Te puedes convertir
en una nueva versión de ti?

Un nuevo tápiz
Nuevos zapatos
Un nuevo camino a casa
Que no recuerde

Una nueva versión de ti
Necesito una nueva versión de mí

Una nueva versión de ti
Necesito una nueva versión de mí


“Si crees que tu vida es complicada, es que no recuerdas la de ella”. Con esa frase, Sony empezó a promocionar la vuelta de Felicity a su programación. Para mí fue como “Ohhh legal! XD”. Felicity es como una novela mexicana... pero realista. Me explico. Es como si tomaras la vida –exagerando un poco, obvio- de cualquiera de nosotros y la mostraras en capítulos. Yo creo que hasta en la vida del fulano más fome de la Tierra encontrarías problemas de toda índole. Y justamente Felicity es esa fulana que pasa por la vida sin pena ni gloria. Como todos nosotros en alguna ocasión.

Como buena serie, tenía que comenzar en el highschool, con Felicity siendo la ñoña con papás chochos y enamorada del tipo más popular, pero que no le da ni bola. Clásico. La cosa es que la niña se va detrás de Ben hasta la mismísima Universidad de New York en contra de sus propios (y el de sus padres) y cómodos planes a futuro. Y ahí comienza el culebrón. En la U conoce a otro tipo, Noel y le revoluciona las hormonas, aunque no tanto como el otro, pero lo suficiente como para dejar la caga. Y así pasan los cuatro años de universidad. Entre que si queda con Ben o con Noel, que se pelea con uno y con el otro, que se cambia de Medicina a Artes, peleas con la familia y amigos, etc. Lo típico que pasa en la época universitaria ¿o no?.

Aun cuando los dramas se le juntan en demasía a veces, siento que es muy fácil identificarse con esa serie. De la primera a la cuarta temporada ves la evolución de los personajes y cómo pasan de la adolescencia a la “madurez”. Cambia la ropa, cambian las personas, cambian los intereses, pero aun así ves como todo se da vuelta en el mismo círculo, porque el mundo es un pañuelo. Oh sí! Por eso no es de extrañar que se pase cuatro años tratando de dilucidar si se queda con su amigo Noel o con el “amor de su vida”, Ben. Como le dije a la Werita el otro día, no importa si no sabes lo que quieres a nivel profesional o si el mundo se cae a pedazos… resolver el choclo sentimental que se te arma a veces es más importante que todo lo demás. Suena estúpido, pero es así. Creo.

Anyway, después de que llego de mi súper mega productivo trabajo, me instalo a ver Felicity. Están en la cuarta temporada y debo decir que me llega. Senior year. Último año en la universidad. Crap! Las preguntas recurrentes son: ¿qué va ser de nosotros el próximo año? ¿dónde vamos a estar dentro de un año?¿Encontraré trabajo?. Yo debo decir que me pregunto lo mismo. Y aparte de todo eso ves como algunos a tu alrededor ya se estabilizan, hueles propuestas de matrimonio en otras... cosas de adultos. ¿Cómo diablos se pasó tan rápido todo?. Y en todo ese limbo extraño, es inevitable pensar en cómo serían las cosas de haber tomado otras decisiones. No pretendo volver el tiempo atrás como Felicity, pero en más de una ocasión me he preguntado si todo sería mejor si alguien me hubiese dicho “hey tú! baja de tu nube” cuando tenía 17. Eso lo cambia todo ¿cierto?

En fin, Felicity es demasiado buena persona como para identificarme con ella, pero sí hice lo mismo que ella cuando el mundo me apestó en demasía: Acabé con mi cabello. Qué mejor forma de dejar lo malo atrás que cortarte el pelo, pero se necesita aún más para poder decir que cambiaste. Yo ya tengo el pelo largo de nuevo, pero todavía me falta para poder decir que estoy ante una nueva versión de mí.

PS: Si yo fuera ella, me habría quedado con Noel y no con Ben, pero bueno es una serie. En la vida real no te quedas con el más quieres sino que con quien cambia tus expectativas.

Song 3: Decode


Cómo puedo decidir lo que está bien, si estás nublando mi mente
No puedo ganar tu batalla perdida... todo el tiempo
Cómo podré tener lo que es mio, si siempre estás tomando partido
Pero no te llevarás mi orgullo
No, no esta vez
No esta vez...

¿Cómo llegamos aquí?
Cuando solía conocerte tan bien
¿Cómo llegamos aquí?
Creo que lo sé... 

La verdad se esconde en tus ojos y está colgando en tu lengua 
Hirviendo en mi sangre
Pero tú crees que no puedo ver la clase de hombre que eres
Si es que en realidad eres un hombre
Bien, resolveré esto por mi cuenta... 
Estoy gritando que “te quiero tanto” 
Mis pensamientos no puedes descifrar 

 ¿Cómo llegamos aquí? 
Cuando solía conocerte tan bien 
¿Cómo llegamos aquí? 
Creo que lo sé... 

 ¿Has visto lo que hemos hecho? 
Vamos a quedar como unos estúpidos 
¿Has visto lo que hemos hecho? 
Vamos a quedar como unos estúpidos 

 ¿Cómo llegamos aquí? 
Cuando solía conocerte tan bien 
¿Cómo llegamos aquí? 
Creo que lo sé... 

 Hay algo que he visto en ti 
Podría matarme 
Quiero que sea verdad

Canción adolescente para situaciones adolescentes de una no adolescente. No sé si me da pena por mi inmadurez o si reírme por lo ridículo. Creo que es una mezcla de las dos cosas, aunque si recuerdo la última conversación con Natalia, definitivamente me largo a reir. He ahí nosotras, todas unas periodistas que salen a almorzar con sus mejores pintas y tacones. El look profesional y maduro... hasta que nos escuchas hablar. Por Dios/Buda/Satán!!! ¿Es qué alguna vez vamos a dejar de lado el comportamiento de niña de 15 años? Seriously??? ¿Por qué a mí? ¿Por quéééééééééééééééé?. Ahora que lo pienso podrían habernos echado del lugar... Creo que la mitad de los comían allí deben haberse enterado de nuestros pseudo-dramas. 

Anyway... Doy gracias porque no existen los vampiros y los hombres lobos o porque aún no llegan al pueblo. Sería el colmo considerando esa habilidad de ponerme en situaciones freaks. A todo esto, siguiendo con lo teen y el “¿lloro o me río?”, Luna Nueva me cayó como patada en el estómago, no sólo por el significado que tiene (ya sabes, el acantilado y la depresión de Bella) sino porque reconocí ciertas situaciones. Ya veía que en un momento decía el “cualquier semejanza con la vida real es sólo coincidencia” o como sea eso que ponen en las teleseries. Aish! Qué atroz! Sólo me queda decir que andamos por ahí no más con la Aldunate mija...