Ðark Lady

Acerca de tødø y nada a la vez

Popurrí de lagartija estelar



El verano al fin llegó y yo soy el ser más feliz de la vida al tener un sol radiante todos los días. Odio el invierno y este año lo detesté aún más, porque se hizo eterno. Eso es tema de discusión con algunos amigos que no entienden cómo mierda puedo preferir estar bajo unos achicharrantes 34 grados de calor a simplemente aguantar el frío abrigada como oso polar. La verdad es que no tengo tolerancia con las bajas temperaturas, porque soy una lagartija del desierto con sangre fría que necesita del sol para sobrevivir. Pasar meses con las manos heladas todo el día y una nariz congelada para mí es horrible, por eso soy tan feliz con la llegada de un sol tan brillante.

Y para que mi pony sea aún más feliz, se suma el hecho de que con los cielos despejados se pueden ver un par de estrellas en la noche. Casi me dio un mini infarto cuando vi más de tres puntos brillantes en el cielo y en estas últimas noches, por poco y lloro de la emoción al ver desde mi balcón una luna tan hermosa y más estrellas de lo normal. Lo mejor de todo es que las reconozco, son las mismas de siempre. No se han ido, siguen allí.

Eso me hace recordar que debo terminar el diseño de mi futuro tatuaje que sigue en espera. La inspiración divina por el momento solo me ha servido para definir formas, pero no para los colores ni detalles específicos. Y sabrá Dios/Buda/Satán que no puedo dejar nada al azar considerando mis caprichosos cambios de gustos. Ahora tengo todo el tiempo del mundo, así que no tengo excusas para no avanzar en él.

Eso me lleva al hecho de que no sé qué haré el próximo año, si no uso las neuronas se me van a oxidar. Quizás podría tomar algún curso para perfeccionar el inglés porque mi pronunciación es asquerosa por falta de práctica, aunque para ser honesta no hay idioma que quede bonito con mi voz. Eso me lo han dejado más que claro en estos últimos meses. Se me ocurrió buscar algo relacionado con teoría feminista, en vista de que di botes con ese tema en mi tesina, pero lo descarté de inmediato considerando que si llego a una clase con una Cosmopolitan en la cartera, lo más seguro es que me saquen a patadas de allí.

Bueno, creo que lo mejor será apuntar a los idiomas, porque tengo que asumir que las traducciones del coreano y japonés están correctas y no tengo ni puta idea de si realmente es así. Como con esta canción que es hermosa, no solo porque está en la voz de Jung Yong Hwa (a quien adoro, obvio) sino porque es linda desde el título hasta como suena. El vídeo, el vocalista y sus luces me dejaron babeando. Leí la traducción y terminé de morir con esta frase: Hasta que el resplandor borre la soledad. Eso lo dice todo. Añadida de inmediato a la lista de canciones de la banda sonora de mi vida.