Niña pequeña, niña pequeña ¿Por qué estás llorando?
Dentro de tu alma inquieta tu corazón está muriendo...
El post anterior lo escribí hace un mes atrás y las cosas no han cambiado mucho. Ni siquiera la canción. Aún no tengo tema para mi reportaje de título, aún no termino ni renuncio al trabajo de la biblio, aún no me enchufo en la U. Aún no puedo decidir nada, porque estoy en el medio de dos caminos: O te quedas o te vas. Podríamos decir que literalmente estoy en Ummo, porque aquí no estoy en un 100% y no es agradable. Ya lo dijo Madonna en la canción, el dolor es una advertencia de que algo anda mal y efectivamente así es.
Yo sé lo que quiero, pero por primera vez en mi vida estoy tratando de no ser tan impulsiva, porque si fuera por mis decisiones rápidas y tajantes, en estos momentos podría estar haciendo patria en la Antártica junto a sus lindos pingüinos. Sin embargo, no estoy en esas gélidas tierras y me estoy comportando de manera civilizada. Y pucha que cuesta. Recurrí a las señales que siempre te da la vida y en resumidas cuentas, apoyan mi moción, pero aún falta algo.
Supongo que no todos los días un profesor tropical llega diciendo que en ocasiones es necesario provocar una crisis para renovar, tanto tu carrera como a ti mismo. Y si llega con ese notable discurso de Jobs que alguna vez me dejó en shock porque dice las mismas tonteras que pienso yo, entonces claramente me deja marcando ocupado, por muy civilizada que esté.
Confío en mis instintos, en que hay cosas que tengo que hacer porque sí no más y es que a fin de cuentas mientras yo me entienda basta y sobra. Mis motivos para irme a la Antártica con los pingüinos los tengo claros, por ahí uno que otro medio chanfleado, pero bueno hay que aprovechar la excusa y eso ya es otro tema. Por el otro lado, en cambio no hay nada... No tengo una razón para quedarme aquí, pero aún así de sólo pensarlo me da pena tener que dejar de lado ciertas cosas, aunque en cierta forma ya lo esté haciendo de manera muy disimulada.
Esto es del horror, pero lo que sea que salga de esto, será porque así debía ser no más. Al final todo cobra sentido, aunque no sea en el momento mismo sino que más adelante. Just wait little girl...
Yo sé lo que quiero, pero por primera vez en mi vida estoy tratando de no ser tan impulsiva, porque si fuera por mis decisiones rápidas y tajantes, en estos momentos podría estar haciendo patria en la Antártica junto a sus lindos pingüinos. Sin embargo, no estoy en esas gélidas tierras y me estoy comportando de manera civilizada. Y pucha que cuesta. Recurrí a las señales que siempre te da la vida y en resumidas cuentas, apoyan mi moción, pero aún falta algo.
Supongo que no todos los días un profesor tropical llega diciendo que en ocasiones es necesario provocar una crisis para renovar, tanto tu carrera como a ti mismo. Y si llega con ese notable discurso de Jobs que alguna vez me dejó en shock porque dice las mismas tonteras que pienso yo, entonces claramente me deja marcando ocupado, por muy civilizada que esté.
Confío en mis instintos, en que hay cosas que tengo que hacer porque sí no más y es que a fin de cuentas mientras yo me entienda basta y sobra. Mis motivos para irme a la Antártica con los pingüinos los tengo claros, por ahí uno que otro medio chanfleado, pero bueno hay que aprovechar la excusa y eso ya es otro tema. Por el otro lado, en cambio no hay nada... No tengo una razón para quedarme aquí, pero aún así de sólo pensarlo me da pena tener que dejar de lado ciertas cosas, aunque en cierta forma ya lo esté haciendo de manera muy disimulada.
Esto es del horror, pero lo que sea que salga de esto, será porque así debía ser no más. Al final todo cobra sentido, aunque no sea en el momento mismo sino que más adelante. Just wait little girl...
