Ðark Lady

Acerca de tødø y nada a la vez

Chapter 3: I say a little prayer for you



From the moment I wake up
Desde el momento en que me levanto
Before I put on my make-up
Antes de ponerme mi maquillaje
I say a little prayer for you...
Rezo un pequeña oración por ti...



Con lo anterior, quiero decir que él siempre estuvo presente, no que haya recapacitado en mis no-creencias religiosas. Y si fue así, es porque claramente no tomé la mejor de las decisiones. Cuando haces las cosas bien, te quedas tranquilo con lo que decides. Yo no lo estaba y me costó bastante aceptarlo. Irónicamente intenté tapar el sol con un dedo. Así estuve hasta que el mundo se puso patas arriba y entre todo el desorden que se creó, lo primero que debía hacer para comenzar de nuevo, era arreglar esa situación. Tenía que cruzar el límite que yo misma impuse. Respiré hondo y lo hice. Y fue lo mejor que he hecho en mucho tiempo. Pedir disculpas nunca está demás, así como tampoco el intentar recuperar los lazos perdidos. Como le dije a mi pared favorita, al fin sentía que estaba haciendo lo correcto. La pared me preguntó si volveríamos a ser amigos como antes. Le dije que no lo sabía. Como dice Neruda, “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”. El tiempo lo dirá supongo, pero independiente de lo que pase, hay algo que no cambió y no cambiará: Él siempre va a tener mi cariño y un lugar en mi mundo. Y si rezara, de seguro pediría por él en todas mis oraciones.

Estás bien. Estoy bien. Estamos bien.

Chapter 2: Find the magic and more



Why was I one of the chosen ones?
¿Por qué fui yo uno de los elegidos?
Into the fight I could not see
En la batalla no pude ver que
The magic and the strength of my power
La magia y la fuerza de mi poder
It was beyond my wildest dreams
Estaban más allá de mis sueños más salvajes


Entre más normal me pongo, menos tengo que contar. Todos los días me preguntó sobre qué diablos podría escribir y no hay nada interesante. En la universidad sigue todo como siempre, porque ni siquiera con una tesis a cuestas se nos pasa lo dispersos e irresponsables. Y como no me desgasto en lo que se supone debería ser prioridad, mucho menos lo hago en los otros ramos. Para qué derrochar intelecto en vano digo yo. Anyway, la normalidad no es para mí. Me desespera ser una cabeza racional más de toda la gran masa. Prefiero ser la freak que se va sola por otro camino. O mejor dicho la freak que retoma el camino. Digamos que estoy volviendo a mis raíces, porque necesito de ellas para no sentirme agobiada ante la rutina y las obligaciones del mundo de los adultos. No puedo dejar escapar mi esencia mística. Y en eso estoy: recuperándola. Sé que cierto personaje se va a burlar demasiado de lo que voy a decir, pero así soy y lo diré. Hace un par de años estaba muy metida en el mundo mágico, porque todo lo desconocido me parecía fascinante. Desde pequeña he tenido mis encuentros con los espíritus de mi casa, por lo que acercarme a ese mundo me parecía de lo más normal. Con una amiga leíamos libros de magia del año de la pera, pero jamás hice nada porque creo que no es algo que se tenga que tomar a la ligera. Como le decía a mi querida Werita hoy, si fuera bruja creo que sería de las buenas. En fin, fue en ese tiempo en que hice mis propias cartas Zener y practicaba mi clarividencia. Como es cosa de práctica solamente, llegué a sacar buenos resultados. De las cartas Zener me pasé al aura y un día de concentración máxima, pude ver que la mía era de color azul. Aprendí mucho sobre actividades paranormales, un poco sobre quiromancia y a canalizar energías con un péndulo. En las mañanas no encontraba nada mejor que caminar prestando atención a los silbidos de los pájaros o saludar en el camino a algún can de rostro amable , el que por lo general contestaba moviendo su cola.

Y todo eso lo fui perdiendo con el tiempo. Supongo que tenía que preocuparme de asuntos más importantes como la universidad y las crisis vocacionales, pero lo dispersa no me lo pudo quitar nadie. Igual encontré la forma de acercarme levemente a las enseñanzas de Buda y de leer a Paulo Coelho y sus mezclas extrañas de creencias. Una vez recuperado el rumbo vocacional, me alejé de todas esas prácticas, pero ni aun así me siento en condiciones de encajar en este mundo. Dios/Buda/Satán me libren de eso. Con la Werita empezamos a hurguetear de nuevo en ese mundo mágico y por esas cosas de la vida me acordé de los niños indigo que tan de moda estaban hace un par de años y como estaban de moda, jamás me di el tiempo de saber qué querían decir con eso. Y encontré un test. Por Dios/Buda/Satán en mi vida había leído tantas preguntas estilo yo. Fue muy wow!. Mis resultados fueron Índigo=80% y Cristal=70%, lo que quiere decir que soy un híbrido o que estoy pasando de Índigo a Cristal. Como no sabía del tema, tuve que leer y buscar info. Leyendo las característica de los adultos índigos, debo decir que me pegan bastante. ¿Será por eso que siempre he sido tan anormal? Sé que validez científica no hay, pero eso es lo de menos. Creo que por única vez en mi vida me siento identificada con un grupo de personas y casi llego a entender el por qué tengo esa conexión inexplicable con esos dos sujetos. Podría decir que ellos tienen esencia cristal, eso está claro. Oh my god! Esto se pone interesante.