From the moment I wake up
Desde el momento en que me levanto
Before I put on my make-up
Antes de ponerme mi maquillaje
I say a little prayer for you...
Rezo un pequeña oración por ti...
Con lo anterior, quiero decir que él siempre estuvo presente, no que haya recapacitado en mis no-creencias religiosas. Y si fue así, es porque claramente no tomé la mejor de las decisiones. Cuando haces las cosas bien, te quedas tranquilo con lo que decides. Yo no lo estaba y me costó bastante aceptarlo. Irónicamente intenté tapar el sol con un dedo. Así estuve hasta que el mundo se puso patas arriba y entre todo el desorden que se creó, lo primero que debía hacer para comenzar de nuevo, era arreglar esa situación. Tenía que cruzar el límite que yo misma impuse. Respiré hondo y lo hice. Y fue lo mejor que he hecho en mucho tiempo. Pedir disculpas nunca está demás, así como tampoco el intentar recuperar los lazos perdidos. Como le dije a mi pared favorita, al fin sentía que estaba haciendo lo correcto. La pared me preguntó si volveríamos a ser amigos como antes. Le dije que no lo sabía. Como dice Neruda, “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”. El tiempo lo dirá supongo, pero independiente de lo que pase, hay algo que no cambió y no cambiará: Él siempre va a tener mi cariño y un lugar en mi mundo. Y si rezara, de seguro pediría por él en todas mis oraciones.
Estás bien. Estoy bien. Estamos bien.
Estás bien. Estoy bien. Estamos bien.
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