No espero ni amor ni odio, ya tengo bastante con mi dolor
Maldigo el episodio, lo peor es que yo fui quien lo escribió
Me esperan los demonios que deja tu olvido, que juegan conmigo
Ya sé que es cobarde pedirte en una canción... perdón
Por algún motivo/razón/circunstancia difícil de comprender no he podido dejar de escuchar esta canción. Es terrible. Lo entendería si estuviera pasando por algún período sensible/llorón en el que voluntariamente me expongo a temas de Alejandro Sanz, Ricky Martin, Franco de Vita y un gran etcétera, pero no es así. No ando en plan de darme latigazos emocionales, pero aún así se me pegó la muy maldita y es como inevitable no analizarla, ya que anda rondando por ahí.
La verdad es que no recuerdo bien dónde la escuché, pero lo primero que me llamó la atención fue esa parte de “Maldigo el episodio, lo peor es que yo fui quien lo escribió”, porque no es habitual que en estas canciones mamonas alguien asuma la culpa del cagazo que se mandó con tanta honestidad. Generalmente todo va en plan de “Ay! Me dejaste, sufro tanto/ No sé cómo respirar sin ti / Vuelve my darling” y todo ese rollo con el que uno se corta las venas llorando a moco tendido, pero este tema no, logra salir del rol de la víctima y muestra el lado de la persona que dejó la escoba.
De hecho, en estos días estuve tratando de recordar alguna canción similar y no encontré ninguna. La pelusa del desierto rueda y rueda en mi cabeza y por más que pienso y pienso, el resultado de la búsqueda sigue arrojando cero. Ahí mis pensamientos se van al tema de lo mucho que complica asumir los errores y pedir perdón, en especial cuando sabes que no te quieren ver ni en pintura. Quizás es por eso que el mea culpa que hace el tipo, yo lo encuentro notable.
Dejando de lado cualquier prejuicio que uno pueda tener ante este tipo de música y si nos vamos solo al contenido de la letra, me parece que expresa muy bien la visión del que deja la cagada, pero sin pegarse con una piedra en los dientes ni exagerando. El testimonio de arrepentimiento de quien ya no tiene nada que perder porque ya se encargó de mandar todo a la cresta.
Si bien desde el otro lado de la vereda, uno ve a ese individuo como el o la csm más grande entre todas las criaturas muertas, vivas y por vivir del Universo, en muchas ocasiones no es tan así. Quizás solo tuviste la mala suerte de encontrarte al PTW (Pobre Triste Weón/a, como decía Natalia) justo cuando estaba en su fase de confusión máxima y no sabía distinguir entre su pie derecho y el izquierdo. También puede haberse dado el caso de que simplemente se asustó y huyó como caballo desbocado por el bosque y punto. Pueden haber mil motivos, la cuestión es que no siempre se trata de una mala persona, insisto, tal vez solo lo pillaste en una muy mala etapa con el inconveniente de que por desgracia, te tocó pagar sus platos rotos.
¿Y eso sirve de consuelo? Probablemente no, pero al menos sabes que en algún momento va a tomar conciencia de sus errores y mientras tú ya vienes de vuelta, él/ella tendrá que lidiar con los demonios del olvido. Y esos sí que son terroríficos.
Si es cobarde o no pedir perdón en una canción, pues yo creo que sí, pero algo es algo. Quizás no cambie las cosas, pero sirve para ambas partes. Para uno está la explicación a la interrogante del por qué no funcionó y para el otro está la posibilidad de hacer algo bien, aunque sea por única y última vez.
1 comentarios:
Yo, representando fielmente a la gente que nunca reconoce que se equivoca, debo decir que a veces uno reconoce y pide perdón para uno, onda por una necesidad de librarse de las cosas, de soltar la carga más que de buscar que te perdonen, el hecho de pedir perdón mucha veces te sirve, si te perdonan o no, filo.
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