Ðark Lady

Acerca de tødø y nada a la vez

Matando a tiros el romance



El amor y otros momentos son solo reacciones químicas en tu cerebro 
Y los sentimientos de agresividad son la ausencia de la droga del amor en tus venas 
Amor ven rápido 
Porque siento que mi autoestima está desplomándose 
Está al límite 
Amor ven rápido 
Porque no creo que pueda mantener este monstruo adentro 
Está en mi piel 

El amor y otras emociones socialmente aceptadas son morfina 
Ocultando de manera ingeniosa deseos básicos a menudo sentidos pero rara vez vistos 
Amor te ruego 
Elévame a ese privilegiado punto de vista 
El mundo de a dos 
Amor no me dejes 
Porque me consuela que las tarjetas Hallmark sean de verdad 
Realmente lo hago 

Estoy matando a tiros el romance 
Nunca hizo nada por mí 
Solo dolor y miseria 
No es nada más que tragedia 

Amor no me dejes 

Toma estas alas rotas 
Voy a tomar estas alas rotas 
Y aprenderé a volar 
Y aprenderé a volar lejos 

Si hay algo que siempre lamentaré, además de la muerte de Sirius Black, es que Savage Garden se haya separado y que solo nos dejaran dos discos, porque pucha que eran buenos. Quienes los recuerdan, de seguro los asocian a canciones dulzonas como “Truly, madly, deeply”, pero eran mucho más que eso. O sea, podías encontrar de todo, desde romance hasta traición, pasando por el abandono y la decepción, etcétera. La vida misma en otras palabras. Y bueno, uno de los temas que más destaca entre todos, es este precisamente, porque es muy distinto al resto, tanto en letras como en sonido. La primera vez que la escuché tenía 14 años y la encontré rarísima, un poco densa y hasta me daba un poco de julepe, porque no entendía mucho la letra, pero con la voz de Darren me quedaba claro de que muy positiva no era. Con el tiempo se fue ganando su espacio entre mis favoritas, pero más que nada por como sonaba, ya que seguía sin entenderla en un 100 por ciento. No como “To the moon and back” que me quedó clarita a los 12, pero supongo que solo era cuestión de tiempo. 

Con casi 30 años encima, no me queda otra más que apoyar a los chicos en su iniciativa de matar a tiros el romance. Sí, definitivamente creo que es lo mejor, aunque eso no significa quedarse forever alone sino que mandar al carajo las reglas que te impone la sociedad y seguir las tuyas. La canción puede parecer bipolar, porque por una parte el tipo se queja y por otra le pide al amor que no lo deje, pero en realidad no lo es. Él quiere sentir amor, pero no puede evitar sentirse como las pelotas (Darren se había divorciado, he ahí el motivo por el cual canta con tanto sentimiento) en un mundo que sobrevalora las bondades de estar en pareja o en ese “privilegiado punto de vista” como dice la canción. 

Y para que estamos con cosas, en pleno siglo XXI, al llegar a cierta edad si no te quieres casar o tener hijos, te miran como si fueras fenómeno de circo. Yo sinceramente nunca he querido críos, pero reconozco que mi lado más nena si quería una linda boda con un vestido precioso de Vera Wang (Eso si, siempre he creído que las posibilidades de salir arrancando son altas, debido a que yo nunca estoy segura de nada). Sin embargo, con el paso de los años, me he vuelto aún más reticente con el tema, porque entre más parejas conozco, menos ganas me dan de casarme con toda la pompa que se acostumbra. Digo, para qué hacer un show tan grande, si 10 años después mi flamante marido no me tomará en cuenta y se irá con la primera chiquilla que se encuentre por ahí. Es una estupidez. Prefiero mil veces ir al Registro Civil en chapulinas junto a un par de amigos y listo o en un caso extremo, firmar un post it como Meredith y Derek. Mi hipotético vestido de Vera Wang llora de solo pensarlo. 

Es que al final Cupido y sus cursilerías, como los candados del amor, las almas gemelas y el día de San Valentín, desvían la atención de lo que realmente importa: el compromiso y la honestidad. No quiero un tipo que llene mi departamento de flores y globos de corazón para demostrarme su amor, pero que sea incapaz de decirme lo que no quiero escuchar. Prefiero mil veces a un neanderthal que no sepa lo que es un tulipán, pero que tenga los cojones suficientes para contarme que tuvo un desliz con alguna fulana en un momento de calentura. 

Honestamente no sé por qué diablos estoy diciendo todo esto, pero bueno debe ser porque ando más incoherente que nunca. Y más espartana de lo normal. En fin, supongo que ya le he dado un par de tiros al romance. Por algo se empieza. Bang bang.