Ðark Lady

Acerca de tødø y nada a la vez

El príncipe que conquistó a las divinidades


…Pero me cuesta cuando otro adiós se ve tan cerca
y la perderé de nuevo y otra vez preguntaré
mientras se va y no habrá respuesta...
Y si esa que se aleja...
la que estoy perdiendo...
Y si esa era... ¿Y si fuera ellaaaaaaaaaaaaaaa?
Seeeeeaaaaa lo que quiera Dios que seaaaaaaaaaaaaaaa... (8)

-¿Qué se haga tu voluntad dices tú?- dijo Satán a Dios, mientras éste cantaba con una concentración que ya quisiera el mismísimo Alejandro Sanz.
-¡Satán! Lo siento, no te sentí llegar. Es que ejem! estaba escuchando el CD de ese chiquillo y como dirían estos mocosos de ahora “me fui en volah” jo jo...- contestó Dios, bajó el volumen del estéreo y siguió cantando, aunque a menos decibeles. Satán sólo se limitó a tomar asiento y a observar el intento de cantante de la divinidad.

... A veces siente compasión por este loco, ciego y loco corazoooooooooooooooooooon
¿Era? ¿Quién me dice si era ella?
Y si la vida es una rueda y va girando y nadie sabe cuándo tiene que saltar
Y la miro... ¿Y si fuera ella? ¿Y si fuera ellaaaaa?... (8)

-No sabía que cantabas...- comentó Buda desde la puerta y al ver la cara burlona de Satán agregó un inocente “o que al menos lo intentas...” que Dios no alcanzó a escuchar.

- ¡Amigo Buda! Qué bueno que llegaste!!!! Espérenme que voy por el pop corn y a guardar mi CD de Ale Sanz - expresó Dios con evidente felicidad y se marchó de la habitación.
- ¿Sabes qué se trae entre manos Dios? No entiendo por qué está tan contento si se trata de la “mocosa” como él le dice- cuchicheó Buda, sentándose al lado de Satán.
-No tengo ni la más mínima idea, pero no debe ser algo muy bueno para la mocosa. Él la detesta- contestó Satán.
Buda asintió con la cabeza y guardó silencio. Satán tenía razón. ¿Pero qué podría haber hecho ahora Jen, la mocosa como solía llamarla Dios?. Hasta donde sabía, la mocosa tenía una vida relativamente normal tratándose de ella. El llamado de Dios para ver un capítulo de la serie de la mocosa le causó suspicacia. En ese momento llegó Dios con el pop corn y prácticamente se lanzó en el sofá irradiando felicidad.
-¿Qué pasa contigo? ¿Por qué nos reuniste? Más te vale que sea algo bueno y cruel. Soy un Satán muy ocupado y no puedo perder mi tiempo viendo lo que hace una niñita caprichosa como esa. Iuuu!
- Ya verán! Ya verán! Es que los guionistas de la vida de mocosita me contaron lo que pasaría hoy jijiji- le respondió Dios a Satán con una amplia sonrisa en su desconocido rostro.
- ¿No habíamos despedido a esos tipos? - preguntó extrañado Buda
- Jelou??? En qué mundo vives Buda. Recuerda que los dejamos porque se les ocurrían mejores ideas que a nosotros. La audiencia aumenta, las ganancias aumentan, imposible dejarlos ir. Tú no fuiste a esa reunión. Satán y yo les renovamos el contrato.
-Cierto, esa reunión a la que no asistí. ¿Por qué no fui? Oh! Ya lo recuerdo, PORQUE MISTERIOSAMENTE SE PERDIÓ MI INVITACIÓN.
Dios y Satán guardaron silencio. Dios se acomodó en el sillón y Satán miróa Buda con cara de inocencia.
- Como sea... Dios prende el plasma de una buena vez. Quiero saber qué pasará.
Dios prendió el moderno televisor con evidente emoción y las tres divinidades comenzaron a ver el show de la mocosa. Era un normal día en la vida de la muchacha. Eterno ocio, eternos cuestionamientos, eternas conversaciones incoherentes con sus amigos...
- Esta niña no cambia. Pensé que iba a estar un poco más cuerda en esta temporada...- comentó Buda.
-Ni siquiera yo podría hacer ese milagro- expresó Dios.
-Tienes razón- dijeron al unísono Buda y Satán y siguieron con la vista atenta al plasma. Y en ese instante apareció en pantalla la sorpresa de Dios.
-Por mis tierras malditas! ¿Quién es él?- vociferó Satán mientras en el rostro de Dios comenzaba a formarse una gran sonrisa. Buda estaba boquiabierto ante lo que veía en el televisor.
-Pensé que ya no mandabas a la Tierra a ese tipo de ejemplares- expresó perplejo Satán sin quitarle la vista al plasma y Dios sonrió triunfante.
- Él es tan... es tan... - murmuró Buda sin terminar la frase
- Perfecto?- dijo Dios
- Sí...- contestaron Satán y Buda impactados por el sujeto que veían en pantalla. Era un joven de sonrisa encantadora y cabello perfecto. Y no sólo eso, era un buen tipo, de esos que no se ven todos los días.
-Es como un príncipe encantador... ¿De dónde lo sacaste? Se supone que ya no existen- preguntó Buda, quien no salía de su asombro.
-Es uno de los míos. Es un chico encantador. Lo adoro. Es el tipo que cualquier mocosa y no mocosa desearía conocer. Inteligente, amable, guapo, sin ningún problema mental y tan encantador que llega a dar rabia- contestó orgulloso Dios.
-Un príncipe encantador en otras palabras...-acotó Buda mientras veía como el joven se movía con gracia por el mundo...
-Debe oler tan bien ese niño. Se nota. Creo que desde aquí puedo sentir el aroma de su Hugo Boss...

Dios y Buda miraron extrañados a Satán, pero éste los ignoró -como siempre- y continúo hablando.

-Ahora entiendo por qué nos citaste Dios. Eres tan mala divinidad cuando quieres. Si Buda y yo quedamos embobados con este príncipe azul, no me imagino cómo va a quedar la jovencita esa. Te felicito colega!- dijo Satán y estrechó la mano de Dios.
-Ustedes son tan ruines!- comentó Buda
-Técnicamente no estoy siendo ruin mi querido Buda. Mocosita ya lo conoce... sólo haré que misteriosamente se una a la vida de la niñita, nada más...- contestó Dios en un tono inocente que no convenció a Buda.
-Por todos los nirvanas del mundo! Es taaaaaaaaan encantador ese tipo. Eso es una crueldad, insisto- acotó Buda sin dejar de mirar el plasma.
-A la mocosa le gustan los cuentos de hadas. Le gustan los problemas. Le gusta tener misterios sin resolver en su vida. Que el príncipe encantador entre a su vida es un pelo de la cola- afirmó tajante Satán y Dios asintió. Buda observó con atención la pantalla y a sus compañeros.
-Ok! Ok! Tienen razón. Miren ese cabello. Es como la versión renovada de la peluca de ese McDreamy de la serie de la competencia...-manifestó Buda, olvidando por completo a su protegida.
- Sí, es que de verdad es tan encantador este niñito. Lo adoro
-Coincido con Dios, es tan encantador...
-Mira esos ojos!- chilló Buda
-Ohhh!- musitaron Dios y Satán, y siguieron resaltando las cualidades del príncipe encantador que entraría a la vida de la mocosita...